El FMI rebaja sus previsiones para América Latina que seguirá en recesión en 2016
Jose Luis de Haro (Nueva York) - 4:01 - 19/01/2016
La institución calcula una contracción del 0,3% para este año


En medio del pesimista arranque del año, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha publicado hoy en Londres sus últimas proyecciones económicas. En esta edición simplificada de sus Perspectivas de Crecimiento Mundial (WEO, por sus siglas en inglés), las economías de América Latina sufren una importante rebaja de 1,1 puntos porcentuales y siete décimas respectivamente para 2016 y 2017. Así, el FMI confirma que la región seguirá en recesión este año, con una contracción del 0,3% para recuperarse el año que viene, cuando el avance alcanzará el 1,6%.
La proyección actual apunta a que el PIB agregado de América Latina y el Caribe se contraerá también en 2016, aunque a una tasa más baja que en 2015, a pesar del crecimiento positivo en la mayoría de los países de la región.
Esto refleja la recesión de Brasil (causada por la incertidumbre política en medio de las secuelas ininterrumpidas de la investigación de Petrobras) que está demostrando ser más profunda y prolongada que lo esperado. La economía más grande de la región ha sufrido una rebaja de 2,5 puntos porcentuales y 2,3 puntos porcentuales con respecto las proyecciones presentadas el pasado octubre. Así la economía brasileña sufrirá un contracción del 3,5% este año para mejorar en 2017, cuando su crecimiento será nulo.
Posibles shocks para el escenario base
El FMI advierte que el crecimiento mundial podría descarrilar. Entre sus posibles factores se encuentra China. Una desaceleración más marcada de lo esperado podría generar mayores efectos de contagio internacionales por la vía del comercio, los precios de las materias primas y la confianza, y los efectos consecuentes en los mercados financieros internacionales y las valoraciones de las monedas.
Por otro lado, los efectos adversos en los balances de las empresas y dificultades de financiación relacionadas con una nueva apreciación potencial del dólar también podrían generar un frenazo mayor al proyectado por los funcionarios del FMI. Un hecho al que se podría sumar un incremento de la aversión al riesgo y una escalada de las tensiones geopolíticas.